viernes, 16 de noviembre de 2012
miércoles, 17 de octubre de 2012
domingo, 16 de septiembre de 2012
EL MAESTRO DIJO BASTA...QUE GRAN PENA
“Mi vida como músico profesional es un triste ejercicio sobre la futilidad”, dijo el líder de King Crimson en una entrevista realizada por Ludovic Hunter-Tilney para el diario Financial Times. Sobre la...
una verdadera pena, esperemos sea pasajera robert!“Mi vida como músico profesional es un triste ejercicio sobre la futilidad”, dijo el líder de King Crimson en una entrevista realizada por Ludovic Hunter-Tilney para el diario Financial Times. Sobre la...
base de que es el único que declara leer, el legendario guitarrista eligió un medio atípico para oficializar su retiro. “No puedo concentrarme en la música, con lo que he decidido dar por terminada
mi carrera como músico para dedicarme a lidiar con los negocios.” Es una pésima noticia para la música como arte, pero quizá no lo sea tanto para el bienestar de los principales impulsores del asunto. En 1992, cuando estableció su compañía Discipline Global Mobile, Fripp señaló el propósito de ser “un modelo de ética de negocios en una industria fundada sobre la explotación, aceitada por el engaño, caracterizada por el robo y motorizada por la avaricia”. En el sello de Fripp, los músicos retienen la propiedad y por ende el control de sus canciones: un modelo que las grandes discográficas jamás quisieron siquiera debatir. Es mejor quedarse con el material e instituirse en únicos defensores de los derechos del músico.
El impulso final para la renuncia provino de su enésimo conflicto con la industria: desde hace cinco años, Mr. Fripp mantiene una discusión legal con la compañía Universal Music por la propiedad y explotación comercial del material registrado por Crimson para el sello EG, cuyo catálogo fue adquirido por la multinacional. La última gota fue el sampleo de “21st. Schizoid Century Man” para el single “Power” (2011) de Kanye West: que el rapper obtuviera el permiso con sólo hablar con Universal, y nunca con el tipo que compuso la canción, hizo que a Fripp le saltara la térmica. Del otro lado manifiestan que “seguimos trabajando para llegar a un acuerdo”, pero dado el abismo que separa los modelos de negocio se hace difícil augurar cuál podría ser ese acuerdo. “Estoy en un estado de clausura creativa. Es demasiado debilitador”, señaló Fripp en el FT, en una charla en la que de todos modos detalla que no puede abandonar la enseñanza, “que me hace sentir vivo”. Entre el 18 y el 24 de octubre, de hecho, el músico inglés dictará un curso Guitar Circle en Lunlunta (Mendoza): dada su reticencia a hablar con la prensa, habrá que ver si se expresa públicamente sobre su decisión. Pero el contacto con músicos locales permitirá que siga extendiendo una red en la que los artistas profundicen un modo de trabajo más sano para el gremio. Buscar un cambio en eso que detalló en la entrevista del adiós: “La relación entre los músicos y las compañías pasó de ser simbiótica a parasitaria”.
La frase tiene su resonancia en una tercera noticia que sirve para pintar esta esquizofrenia del siglo XXI. Esta semana, Alison Nathan, jueza del distrito de Nueva York, falló contra The Velvet Underground en el juicio iniciado contra The Andy Warhol Foundation for the Visual Arts por licenciar la célebre banana del disco debut de la banda para ser utilizado en productos de... otra vez, Apple. Aunque queda por resolver la demanda en lo que refiere a la “marca registrada”, la jueza consideró que no hubo ninguna violación de copyright. Es un caso complejo, ya que juegan elementos como que en la edición original de 1967 no se consignaba el “trademark” (aunque se la considera una “omisión accidental”), o chicanas como la de los abogados de la Warhol Foundation, que señalan que Lou Reed y John Cale no son en rigor la misma banda que registró aquel disco. Y un último dato que instala otro jugador, para nada desdeñable: en la causa está asentado que los músicos y el realizador del diseño recibieron un cheque de tres mil dólares por el trabajo, extendido por MGM Records. Al ser una modalidad “work for hire”, eso daría todos los derechos sobre la banana al que pagó por ella. Que ya no es MGM Records, sino la compañía que la adquirió: Universal Music.
Ver másmi carrera como músico para dedicarme a lidiar con los negocios.” Es una pésima noticia para la música como arte, pero quizá no lo sea tanto para el bienestar de los principales impulsores del asunto. En 1992, cuando estableció su compañía Discipline Global Mobile, Fripp señaló el propósito de ser “un modelo de ética de negocios en una industria fundada sobre la explotación, aceitada por el engaño, caracterizada por el robo y motorizada por la avaricia”. En el sello de Fripp, los músicos retienen la propiedad y por ende el control de sus canciones: un modelo que las grandes discográficas jamás quisieron siquiera debatir. Es mejor quedarse con el material e instituirse en únicos defensores de los derechos del músico.
El impulso final para la renuncia provino de su enésimo conflicto con la industria: desde hace cinco años, Mr. Fripp mantiene una discusión legal con la compañía Universal Music por la propiedad y explotación comercial del material registrado por Crimson para el sello EG, cuyo catálogo fue adquirido por la multinacional. La última gota fue el sampleo de “21st. Schizoid Century Man” para el single “Power” (2011) de Kanye West: que el rapper obtuviera el permiso con sólo hablar con Universal, y nunca con el tipo que compuso la canción, hizo que a Fripp le saltara la térmica. Del otro lado manifiestan que “seguimos trabajando para llegar a un acuerdo”, pero dado el abismo que separa los modelos de negocio se hace difícil augurar cuál podría ser ese acuerdo. “Estoy en un estado de clausura creativa. Es demasiado debilitador”, señaló Fripp en el FT, en una charla en la que de todos modos detalla que no puede abandonar la enseñanza, “que me hace sentir vivo”. Entre el 18 y el 24 de octubre, de hecho, el músico inglés dictará un curso Guitar Circle en Lunlunta (Mendoza): dada su reticencia a hablar con la prensa, habrá que ver si se expresa públicamente sobre su decisión. Pero el contacto con músicos locales permitirá que siga extendiendo una red en la que los artistas profundicen un modo de trabajo más sano para el gremio. Buscar un cambio en eso que detalló en la entrevista del adiós: “La relación entre los músicos y las compañías pasó de ser simbiótica a parasitaria”.
La frase tiene su resonancia en una tercera noticia que sirve para pintar esta esquizofrenia del siglo XXI. Esta semana, Alison Nathan, jueza del distrito de Nueva York, falló contra The Velvet Underground en el juicio iniciado contra The Andy Warhol Foundation for the Visual Arts por licenciar la célebre banana del disco debut de la banda para ser utilizado en productos de... otra vez, Apple. Aunque queda por resolver la demanda en lo que refiere a la “marca registrada”, la jueza consideró que no hubo ninguna violación de copyright. Es un caso complejo, ya que juegan elementos como que en la edición original de 1967 no se consignaba el “trademark” (aunque se la considera una “omisión accidental”), o chicanas como la de los abogados de la Warhol Foundation, que señalan que Lou Reed y John Cale no son en rigor la misma banda que registró aquel disco. Y un último dato que instala otro jugador, para nada desdeñable: en la causa está asentado que los músicos y el realizador del diseño recibieron un cheque de tres mil dólares por el trabajo, extendido por MGM Records. Al ser una modalidad “work for hire”, eso daría todos los derechos sobre la banana al que pagó por ella. Que ya no es MGM Records, sino la compañía que la adquirió: Universal Music.
sábado, 15 de septiembre de 2012
cordon de perfume luis alberto spinetta
Esto es mirra,
también hay ungüento
pronto me espera la paz
qué fue estar tan loco
entre tanta ausencia
vestido de góndola?
Creí que cambiaban,
las ansias de los buitres
(pero no es así)
hermana mía
Que niebla tan intensa
es el descanso,
de los peces de adentro
Bocados del águnlo,
donde se perdieron,
los poetas del mundo
El aceite y la mirra
el oro es de otro
Estas son mis alas hacia tí
(son los abonados al desierto,
que han impreso un cordón de perfume)
cordón de perfume LUIS ALBERTO SPINETTA
música de holanda
En la década de los 50 en el panorama del rock, surgió un dueto holandés, “The Melody Sisters”, que en 1955 grabaron el éxito “Sh-boom”.
Durante los años 1956-1957 surgió todo un grupo de artistas que tocaban rock & roll humorístico como Johnny Hoes con “On The Beach Of Bali / Oh Oh Marie; De Jonkers & De Joffers con “Bellow’s Rock & roll” o The Bee Bee Sisters con “Rock And Roll Waltz/ Dungaree Doll”, entre muchos otros.
En 1958 se produjo un cambio en la escena de la música Rock holandesa: los adolescentes se hicieron con la escena del Rock & roll. En Holanda crecieron dos escenas locales: el rock & roll “blanco” del holandés original (“nederrock”) y rock & roll el “blue/black” creado por los Indonesios residentes en Los Países Bajos (“indirock”). Fue The Tielman Brothers quien en 1958 como la primera banda holandesa de rock adolescente grabaron su primer single: “Rock Little Baby of Mine/ “You’re Still The One”
No fue hasta la década de los 60 cuando la industria holandesa (Philips, Decca, Fontana, Omega, Delta, CNR, Imperial) se dio cuenta que el rock & roll se estaba estableciendo y que existía un mercado para este. Así surgieron más bandas de rock como The Blue Diamonds (con “Ramona”), Harry Bliek (con el hit “Hello Mary Lou”), The Emeralds, The Shakin’ Hearts, The Four Sweeters, entre otros muchos.
En 1962 dos idolos adolescents entraron en escena: Rob de Nijs (Ritme Van De Regen ’63) y Jonnny Lion.
En las décadas de los 70 y los 80 se produjo un gran boom de bandas holandesas que cantaban en holandés. Algunas que fueron representativas de este período son: Doe Maar, Het Goede Doel, Frank Boerijen Groep y Toontje Lager, y durante finales de los 80 salieron bandas como De Dijk, The Scene y Tröckener Kecks.
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Una revolución Psicología: El estudio científico de la felicidad
La búsqueda de la felicidad es el auténtico motor de la historia. Todas las
utopías, sean políticas, religiosas, empresariales o personales comparten esta
misma finalidad. Cada ser humano anhela ser feliz sobre cualquier cosa para sí
mismo, y quizá incluso para los demás. Es el nirvana, el paraíso, y el colorín
colorado de todos los cuentos infantiles. Resulta paradójico, por lo tanto, que
sepamos tan poco sobre ella, que los presupuestos de los estados no destinen más
fondos, si es que dedican alguno, para estudiarla. Mientras que la Ciencia
investiga el genoma y las galaxias hasta producir detalladísimos mapas y
códigos, ha permitido que sobre este aspecto tan fundamental de la experiencia
humana circulen los más infundados prejuicios, supersticiones y mitos. Así nos
va, claro. Afortunadamente, en la última década ha ido surgiendo un movimiento
dentro de la psicología que por fin está sometiendo la felicidad a la medición
precisa, al estudio empírico y al debate académico del más alto nivel.
¿Puede el dinero comprar la felicidad? La pregunta del millón por fin tiene una
respuesta científicamente validada por numerosos estudios: no. A partir de un
cierto nivel mínimo de ingresos (suficientes para cubrir los requisitos básicos
de la vida), los aumentos de sueldo no afectan la satisfacción general de las
personas. Aunque parezca increíble, los estudios de la Psicología Positiva han
descubierto que el júbilo de los ganadores de la lotería es pasajero: a los
pocos meses de sus chillidos, champanes y alegrías televisadas vuelven a su
anterior nivel de felicidad. Las estadísticas más fiables revelan que la inmensa
mayoría de las personas, o al menos aquellas cuyas necesidades vitales están
cubiertas, afirman sentirse bastante o muy satisfechas con sus vidas, con
independencia de sus ingresos económicos. En los países “desarrollados” el nivel
de vida se ha disparado en los últimos 50 años, pero a lo largo de este período
la media de satisfacción no ha variado en absoluto, mientras que se han
multiplicado por diez los casos de depresión y han aumentado en menor medida
otras patologías como la ansiedad. Países pobres como la India o Nigeria tienen
índices de felicidad mayores que los de países ricos como el Japón.
Los científicos han descubierto la ironía de que las personas que más valoran el
dinero (las más afectadas por la cultura materialista que fomenta y es fomentada
por este modelo de progreso) tienden a sentirse menos satisfechas con sus vidas.
En definitiva, manejar un 4x4 y portar teléfonos móviles de última tecnología,
no significa que seamos más felices que nuestros abuelos. En general, la
Psicología Positiva está comprobando que la felicidad no depende mucho de los
factores externos. Se dice que la salud es lo primero, pero diversos estudios
han demostrado que prácticamente no afecta el nivel de satisfacción vital.
Incluso en casos extremos como las personas que se quedan parapléjicas después
de un accidente, parece ser que a las pocas semanas ya predominan las emociones
positivas, y que eventualmente vuelven a un nivel de satisfacción sólo
ligeramente inferior al original
¿De qué depende entonces la felicidad? Desafortunadamente, es cierto que una
buena parte de ella, aproximadamente un 50%, es hereditaria. Sin embargo,
también está comprobado que podemos afectar dónde nos situamos dentro del “rango
de felicidad” que la genética nos impone. Obtener estas mejoras supone, eso sí,
un cierto esfuerzo. Los placeres inmediatos y “fáciles” –las drogas, el sexo,
los dulces, la victoria, la televisión— pueden contribuir momentos maravillosos
a nuestras vidas (la Psicología Positiva también enseña técnicas para saborear e
intensificarlos al máximo). Sin embargo, no contribuyen a desarrollar una
satisfacción vital duradera. El secreto de la felicidad, al parecer, es algo que
su descubridor moderno, el científico Húngaro-americano Czikszentmihalyi bautizo
el “flujo”. Se trata de un estado natural de conciencia, un estado de
“experiencia óptima” que se produce cuando conseguimos estar totalmente
embebidos en la actividad que nos ocupa. Durante estos ratos nos olvidamos de
los relojes e incluso dejamos de sentir el paso de las horas –para la persona
que fluye, el tiempo “vuela”. La violinista durante un concierto, el marinero
con sus velas y la niña que juega no analizan lo que están haciendo. Se funden
con la actividad misma y pierden la conciencia de su propia identidad.
Saborear un helado en una tarde de verano en Roma inmediatamente genera una serie de sensaciones deliciosas, pero que duran sólo hasta acabarse la punta del cucurucho o cono (o incluso antes, si la persona se ha saciado). Tras ese fugaz destello de placer, no queda nada más que un bonito recuerdo, algo de energía física y quizás alguna carie o un poco de grasa acumulada. Por el contrario, el escalador que fluye no es consciente de ninguna emoción positiva durante su escalada. De hecho puede experimentar momentos de tensión o incluso pánico antes de llegar a la cumbre, aunque al finalizar se dará cuenta de haber disfrutado y puede sentir ganas de repetir la hazaña. Pero al afrontar ese desafío, el escalador habrá aprendido algo nuevo, habrá realizado parte de su potencial, habrá crecido. El flujo es la señal de esa conquista psicológica. Czikszentmihalyi, cuyo equipo ha realizado un seguimiento del flujo en la vida real de miles de personas, afirma que las personas que fluyen a menudo puntúan más alto que aquellas que fluyen poco en prácticamente todas las medidas de bienestar psicológico. Además, estas personas con los años desarrollan mejores relaciones sociales y tienen más éxito en sus vidas.
Hacia una revolución espiritual: La receta para la felicidad que recomienda la
Psicología Positiva es aparentemente sencilla: desarrollar las virtudes
personales y aplicarlas en los distintos ámbitos de la vida para así maximizar
los momentos de flujo. Sin embargo, como todos sabemos, escoger el camino del
crecimiento, con su esfuerzo y sus riesgos, sobre la vía del placer inmediato,
no resulta siempre tan fácil en la práctica. Y menos aun en una sociedad cada
vez más hedonista y comodona, que nos brinda en todo momento cincuenta canales
de televisión, una infinidad de destinos turísticos y un variadísimo menú de
antojos culinarios, posibilidades que podemos disfrutar sin apenas mover el
trasero excepto para posarlo en uno u otro acolchado asiento. La publicidad
omnipresente, que según algunos estudios nos tienta 3000 veces al día con
diversos atajos hacia el placer efímero, no facilita el trabajo.
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A pesar de estos obstáculos en el camino hacia la felicidad, el hecho de
disponer por fin de un mapa científicamente validado representa un importante
primer paso, dado que gran parte de los occidentales del siglo XXI requieren el
sello oficial de la Ciencia para tomarse en serio cualquier conocimiento. La
revolución de la Psicología Positiva, aun en su infancia, no sólo promete ayudar
a millones de individuos a realizar su potencial, sino que supone un hito
significativo hacia el profundo cambio cultural y espiritual que muchos creemos
urgente para nuestra civilización. Finalmente una disciplina científica,
utilizando métodos rigurosos y objetivos, comienza a dar la razón a las
corrientes intelectuales que persiguen una vuelta a los valores esenciales
compartidos por todas las culturas. Ojalá esta revolución académica sea sólo el
preludio de una revolución más amplia y profunda del espíritu humano. A pesar de estos obstáculos en el camino hacia la felicidad, el hecho de disponer por fin de un mapa científicamente validado representa un importante primer paso, dado que gran parte de los occidentales del siglo XXI requieren el sello oficial de la Ciencia para tomarse en serio cualquier conocimiento. La revolución de la Psicología Positiva, aun en su infancia, no sólo promete ayudar a millones de individuos a realizar su potencial, sino que supone un hito significativo hacia el profundo cambio cultural y espiritual que muchos creemos urgente para nuestra civilización. Finalmente una disciplina científica, utilizando métodos rigurosos y objetivos, comienza a dar la razón a las corrientes intelectuales que persiguen una vuelta a los valores esenciales compartidos por todas las culturas. Ojalá esta revolución académica sea sólo el preludio de una revolución más amplia y profunda del espíritu humano.
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NADIE
Nadie alcanza la meta con un solo intento,
ni perfecciona la vida
con una sola rectificación,
ni alcanza altura con un solo vuelo.
Nadie camina la vida sin haber
pisado en falso muchas veces.
Nadie recoge cosechas sin probar muchos sabores,
enterrar muchas semillas y abonar mucha tierra.
Nadie mira la vida sin acobardarse en muchas ocasiones,
ni se mete en el barco sin temerle a la tempestad,
ni llega al puerto sin remar muchas veces.
Nadie siente el amor sin probar sus lágrimas,
ni recoge rosas sin sentir sus espinas.
Nadie hace obras
sin martillar sobre su edificio,
ni cultiva amistad sin renunciar a si mismo.
Nadie llega a la otra orilla
sin haber ido haciendo puentes para pasar.
Nadie puede juzgar sin conocer primero su propia debilidad.
Nadie consigue su ideal sin haber pensado muchas veces
que perseguía un imposible.
Nadie reconoce la oportunidad hasta que
esta pasa por su lado y la deja ir.
Nadie debe vivir sin cambiar,
ver cosas nuevas,
experimentar otras sensaciones,
y tener la capacidad de corregir sus errores.
Nadie tiene el derecho de consumir
el amor o la amistad de las personas
si uno mismo no la produce.
Nadie puede intercambiar un apretón
de manos con el puño cerrado
EL BRINDIS DEL BOHEMIO
En torno de una mesa de cantina,
una noche de invierno,
regocijadamente departían
seis alegres bohemios.
Los ecos de sus risas escapaban
y de aquel barrio quieto
iban a interrumpir el imponente
y profundo silencio.
El humo de olorosos cigarrillos
en espirales se elevaba al cielo,
simbolizando al resolverse en nada,
la vida de los sueños.
Pero en todos los labios había risas,
inspiración en todos los cerebros,
y, repartidas en la mesa, copas
pletóricas de ron, whisky o ajenjo.
Era curioso ver aquel conjunto,
aquel grupo bohemio,
del que brotaba la palabra chusca,
la que vierte veneno,
lo mismo que, melosa y delicada,
la música de un verso.
A cada nueva libación, las penas
hallábanse más lejos del grupo,
y nueva inspiración llegaba
a todos los cerebros,
con el idilio roto que venía
en alas del recuerdo.
Olvidaba decir que aquella noche,
aquel grupo bohemio
celebraba entre risas, libaciones,
chascarrillos y versos,
la agonía de un año que amarguras
dejó en todos los pechos,
y la llegada, consecuencia lógica,
del “Feliz Año Nuevo”...
Una voz varonil dijo de pronto:
—Las doce, compañeros;
Digamos el “requiéscat” por el año
que ha pasado a formar entre los muertos.
¡Brindemos por el año que comienza!
Porque nos traiga ensueños;
porque no sea su equipaje un cúmulo
de amargos desconsuelos...
—Brindo, dijo otra voz, por la esperanza
que a la vida nos lanza,
de vencer los rigores del destino,
por la esperanza, nuestra dulce amiga,
que las penas mitiga
y convierte en vergel nuestro camino.
Brindo porque ya hubiese a mi existencia
puesto fin con violencia
esgrimiendo en mi frente mi venganza;
si en mi cielo de tul limpio y divino
no alumbrara mi sino
una pálida estrella: Mi esperanza.
—¡Bravo! Dijeron todos, inspirado
esta noche has estado
y hablaste bueno, breve y sustancioso.
El turno es de Raúl; alce su copa
Y brinde por... Europa,
Ya que su extranjerismo es delicioso...
—Bebo y brindo, clamó el interpelado;
brindo por mi pasado,
que fue de luz, de amor y de alegría,
y en el que hubo mujeres seductoras
y frentes soñadoras
que se juntaron con la frente mía...
Brindo por el ayer que en la amargura
que hoy cubre de negrura
mi corazón, esparce sus consuelos
trayendo hasta mi mente las dulzuras
de goces, de ternuras,
de dichas, de deliquios, de desvelos.
—Yo brindo, dijo Juan, porque en mi mente
brote un torrente
de inspiración divina y seductora,
porque vibre en las cuerdas de mi lira
el verso que suspira,
que sonríe, que canta y que enamora.
Brindo porque mis versos cual saetas
Lleguen hasta las grietas
Formadas de metal y de granito
Del corazón de la mujer ingrata
Que a desdenes me mata...
¡pero que tiene un cuerpo muy bonito!
Porque a su corazón llegue mi canto,
porque enjuguen mi llanto
sus manos que me causan embelesos;
porque con creces mi pasión me pague...
¡vamos!, porque me embriague
con el divino néctar de sus besos.
Siguió la tempestad de frases vanas,
de aquellas tan humanas
que hallan en todas partes acomodo,
y en cada frase de entusiasmo ardiente,
hubo ovación creciente,
y libaciones y reír y todo.
Se brindó por la Patria, por las flores,
por los castos amores
que hacen un valladar de una ventana,
y por esas pasiones voluptuosas
que el fango del placer llena de rosas
y hacen de la mujer la cortesana.
Sólo faltaba un brindis, el de Arturo.
El del bohemio puro,
De noble corazón y gran cabeza;
Aquél que sin ambages declaraba
Que solo ambicionaba
Robarle inspiración a la tristeza.
Por todos estrechado, alzó la copa
Frente a la alegre tropa
Desbordante de risas y de contento;
Los inundó en la luz de una mirada,
Sacudió su melena alborotada
Y dijo así, con inspirado acento:
—Brindo por la mujer, mas no por ésa
en la que halláis consuelo en la tristeza,
rescoldo del placer ¡desventurados!;
no por esa que os brinda sus hechizos
cuando besáis sus rizos
artificiosamente perfumados.
Yo no brindo por ella, compañeros,
siento por esta vez no complaceros.
Brindo por la mujer, pero por una,
por la que me brindó sus embelesos
y me envolvió en sus besos:
por la mujer que me arrulló en la cuna.
Por la mujer que me enseño de niño
lo que vale el cariño
exquisito, profundo y verdadero;
por la mujer que me arrulló en sus brazos
y que me dio en pedazos,
uno por uno, el corazón entero.
¡Por mi Madre! Bohemios, por la anciana
que piensa en el mañana
como en algo muy dulce y muy deseado,
porque sueña tal vez, que mi destino
me señala el camino
por el que volveré pronto a su lado.
Por la anciana adorada y bendecida,
por la que con su sangre me dio vida,
y ternura y cariño;
por la que fue la luz del alma mía,
y lloró de alegría,
sintiendo mi cabeza en su corpiño.
Por esa brindo yo, dejad que llore,
que en lágrimas desflore
esta pena letal que me asesina;
dejad que brinde por mi madre ausente,
por la que llora y siente
que mi ausencia es un fuego que calcina.
Por la anciana infeliz que sufre y llora
y que del cielo implora
que vuelva yo muy pronto a estar con ella;
por mi Madre, bohemios, que es dulzura
vertida en mi amargura
y en esta noche de mi vida, estrella...
El bohemio calló; ningún acento
profanó el sentimiento
nacido del dolor y la ternura,
y pareció que sobre aquel ambiente
flotaba inmensamente
un poema de amor y de amargura.
un poco de historia...
king crimson es un grupo inglés formado por el guitarrista robert fripp y el bateria Michael Giles en el año 1968;el nombre rey carmesí8king crimson9 fue idea de Peter Sinfield como un sinónimo de Belcebú, príncipe de los demonios,para robert fripp Belcebú es un anglicismo de la frase árabe B'il Sabab, la cual significa “hombre que ambiciona”.Esta banda marcó mi vida cuándo tenia 14 años y escuché por primera vez schizoide man y larks tongues in aspic y desde ahí nació me casi fanatismo por esta banda,mas adelante narraré un poco mas de su historia ,sus integrantes y el significado de cada disco ,por ahora empiezo dando a conocer unos de mis gustos musicales (son muchos).
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